¿Cada cuánto tiempo nos damos espacio para hacer una reflexión respecto de nuestros quehaceres? ¿Qué tan importante es para nosotros reflexionar? ¿Nos hace sentido nuestra forma de hacer? En estos últimos años, me he dado cuenta que el proceso de reflexión en todos nuestros ámbitos es muy importante, para mejorar en lo personal y como grupo, para refrescar ideas e innovar, para no aburrirnos con lo que hacemos y así darle constante sentido a nuestra vida.
Los procesos de reflexión personales nos hacen mirarnos y ser consientes de cómo actuamos, de lo que sentimos y de cómo afectamos nuestro entorno, para así tomar las medidas de aprendizaje necesarias, que nos permitan obtener los resultados deseados.Los procesos de reflexión conjunta, ya sea con la familia, los equipo de trabajo, en el equipo fútbol, con los amigos o en cualquier grupo de personas, nos permiten completar una visión de lo observado, generar sentido de comunidad, fortalecer lazos para crear confianzas y crecer en conjunto para lograr un objetivo común.
Creo que los procesos de reflexión deberían ser un hábito, así como lo es lavarse los dientes o limpiar la casa, ya que limpiar y ordenar el estante donde están nuestras ideas, pensamientos y conocimientos, también se desordena, haciéndose a veces poco accesible u obsoleto, impidiéndonos aclarar nuestra visión, para mirar las situaciones con mayor espacio y así encontrar nuevas oportunidades de aprendizaje.
En el ámbito laboral, tenemos algunas herramientas interesantes que nos pueden ayudar en este tipo de procesos y una que me llama la atención es la visión de Simon Sinek https://www.ted.com/talks/simon_sinek_how_great_leaders_inspire_action/transcript?language=es#t-3862que él llama The Golden Circle, donde propone básicamente preguntarnos el por qué, por qué hago lo que hago. También entrega una interesante bajada al proceso personal en https://www.youtube.com/watch?v=fSLrhTw2tQA.
A partir de su discurso, creo que también es bueno preguntarse por qué pienso lo que pienso o por qué siento lo que siento y así un montón de variaciones que pueden darnos una luz de nuestro actuar, una mirada diferente a nuestras aflicciones, deseos y aspiraciones. Porque como propone la Ontología del Lenguaje: somos como actuamos y actuamos como somos.
Cuestionar nuestro actuar, valores y creencias nos permite adaptarnos de forma más adecuada al entorno. Al mirar cuanto hemos aprendido, como la vida nos ha moldeado y preparado para crear una mejor versión de nosotros mismos y de nuestro entorno, logramos visualizar nuestro propósito en la sociedad.
