¿Trabajando en equipo o mandando al equipo?

En el proceso de certificarme como coach, tuve que escudriñar varios aspectos de mi vida y unos de ellos obviamente es la vida laboral. El trabajo es muy importante, ya que compartimos ocho o más horas con un grupo de personas, donde no nos damos mucho espacio a conocernos.

En el espacio de relaciones que es el trabajo, llegamos a instituciones que tienen una estructura definida de forma jerárquica, que hoy con la especialización de los profesionales que trabajan en ellas, parece no ser la más adecuada para desarrollar el potencial del equipo.

En la cultura latinoamericana, se respeta mucho la jerarquía, siendo esta estructura organizacional un elemento que tiende a bloquear la evolución y proceso de aprendizaje. El superior es visto como un personaje que es poco accesible, que es castigador, que identifica problemas y pocas veces, muy pocas veces destaca el buen trabajo que puede estar realizando un equipo, lo que afecta enormemente el trabajo individual, del grupo y por lo tanto el producto entregado.

¿Cómo podemos entonces, a pesar de los títulos que tengamos asignados en una organización, lograr implementar una sinergia en la forma de trabajo que permita fortalecer las capacidades de nuestros equipos? He aquí algunas ideas.

Generar comunidad: en el trabajo somos un conjunto de personas que deberíamos tener un interés común ¿sabemos todos cuál es ese interés común? Es importante que todos entendamos e identifiquemos la motivación que mueve al grupo y transparentemos también nuestros intereses individuales. Este punto se hace relevante, ya que al potenciar la evolución de la comunidad podemos abordar las actividades diarias en función de lo que nos motiva, de lo que nos mueve.

En el proceso de generar comunidad, también es importante crear vínculos y esto lo podemos abordar a partir de entender los intereses individuales. Si logro entender el interés individual, logro saber qué le da tranquilidad a una persona y puedo entender su comportamiento para adecuarme o adecuar su trabajo a su forma de ser y así sacar lo mejor de él.

Identificando puntos en común, también es posible establecer actividades que nos permitan compartir otro tipo de intereses, que construyan nuevos lazos y nos permitan generar una base de confianza, para trabajar sin miedos y promover así un aprendizaje grupal, que nos de un soporte emocional que apoye la innovación y creatividad en los equipos.El trabajar en común unidad, entrega al equipo un sentido de su trabajo, de la labor realizada, generando emociones positivas que ayudan a crear un buen ambiente laboral y por lo tanto, una buena salud mental y emocional para cada miembro del equipo, la que hoy nos hace tanta falta.

Una forma de hacerlo https://management30.com/practice/moving-motivators/ .