¿Estás seguro que vamos a volver a la normalidad? ¿Estás seguro que la vida va a seguir como la dejaste hace un par de semanas atrás? La verdad es que lo dudo profundamente.
El concepto normalidad murió, la certeza en este mundo hace mucho tiempo que ya no existe y no queda otra que asumirlo y más vale que lo hagamos rápido.
Pero al igual que un duelo tendremos que enfrentarnos a todas las etapas sin excepción. La mayoría de ustedes ya debe conocer estas etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. La mayoría debe saber de forma racional que lo más sano es llegar a la aceptación cuanto antes, ya que las ganas de quedarnos quejándonos en alguna de las anteriores es muy tentador y muy malo para nuestra salud.
Negación: hoy estamos todos diciendo, pensando en “vamos a volver a la normalidad”, pero ¿a cuál? ¿La de antes del 18 de octubre? ¿La de antes del cov-19? ¿La de antes del último problema que tuvimos? Después de cada cambio no se vuelve a la normalidad, ya que tienes dos opciones o aprendes algo que te hace evolucionar o te quedas pegado quejándote, en ambos casos ya la normalidad se fue, no sigamos negándolo.
Ira: algunos en el mundo ya deben estar enojados con los que comen animales que tienen estos virus, otros con los gobiernos que no reaccionaron a tiempo, otros con los ciudadanos que quizás tienen menos conciencia, pero esa rabia que estamos teniendo ¿contra quién la estamos liberando? en el mejor de los casos con nosotros mismos, en el peor con todos los que están con nosotros en ésta cuarentena y qué de bueno sacamos… nada.
Negociación: aquí algunos más adelantados ya deben haber llegado a este estado y están tratando de encontrar alguna justificación de por qué pasa todo esto, que después de un tiempo todo se arreglará y seguiremos cómo antes, nos preguntamos ¿qué podemos hacer para seguir cómo antes? Y no queremos dejar ir nuestra situación.
Depresión: para mi esta es la etapa más difícil de todas, el meterse en un hoyo donde no hay luz, tengo dolor, tengo miedo, quiero desaparecer y no salir más a luz. Creo que estoy solo y que nada tiene solución. Pero lo primero es darse cuenta que no estamos solos, nunca estamos solos (como nos decía la Gran Celia Cruz!!) siempre hay alguien, siempre hay una mano amiga, hoy por hoy la humidad está saliendo a luz.
Aceptación: ésta es la etapa a la que tenemos que llegar rápidamente, si podemos saltémonos las otras!! Una vez que aceptamos, encontramos soluciones fuera de la caja, soluciones innovadoras que nos permiten crear nuevas formas, nuevas iniciativas, nueva conexiones, aterrizar lo que aprendimos de la situación, nos vemos fortalecidos y mejorados.
Todo nos dice que tenemos que cambiar, todo indica que debemos fortalecer otras capacidades, que lo importante son las relaciones, que lo importante es tenerse el uno al otro, ser comunidad, compartir y convivir son elementos más valiosos que ganarle a otro, que querer dominarlos, si te fijas al final un poco de aire infectado te puede cortar las alas sin siquiera lo hayas pensado.
Lo que he aprendido en estos años, es que si no aprendes de las situaciones por dolorosas que sean, la vida se encarga de hacer el dejá vù correspondiente hasta que apruebes el examen y pases de curso, y hoy como humanidad creo que no nos queda de otra.
Aprendamos rápido, aprendamos bien, aprendamos acompañados, ya que esta vez me parece que la lección es esa, aprender juntos, compartiendo, conviviendo, sonriendo, amando.
Nuestros líderes deben despertar!! Y si no lo hacen deben hacerse a un lado!! Sin visión de cambio, sin preocupación por su gente, sin entender que deben ser los principales innovadores, los primeros en aceptar, en crear comunidad y generar estructuras más colaborativas, los primeros en encarnan los cambios y en encontrar la valentía para entregar seguridad a su entorno.
Si no se siente capaz de llegar a la aceptación rápidamente, busque ayuda, sino su barco de hundirá… ¡despierte!! Para que lidere bien, despierte para que ayude avanzar, despierte para que ayude a encarnar el nuevo eslabón evolutivo.
