
Los sueños se hacen realidad… si es que tu quieres
En efecto, lo sueños se hacen realidad, sí y sólo sí, uno quiere que se hagan realidad… Muchos en estos momentos estarán pensando que esto no es cierto. O diciendo: “yo siempre he soñado con ser millonario y todavía no soy”.
Pero, te dejo la pregunta ¿realmente quieres/sueñas con ser millonario? Quizás no lo quieres tanto.
Por ejemplo, a mí me nació la idea de escribir un libro, lo escribí desde el corazón y hubo algo que me empujó a terminarlo lo mejor que pude y a publicarlo. Ese algo fue soñarlo, sentirlo y pensar que el libro estaba publicado. Ese soñar ver el libro publicado, me impulsó a dar pequeños pasos día a día para desarrollar el libro, trabajar con una diseñadora, un editor, con mi mentor, para ir dándole forma y sintiendo que iba teniendo vida propia.
Y lo hice muerta de miedo, con miles de dudas, con síndrome de impostor, pensando que yo no estaba a la altura, pero el sueño pudo más: esa sensación de respirar, de sentir el libro, de poder ayudar a las personas -aunque sea un poquito- a descubrirse, a sentirse, me impulsó a seguir adelante. Encontrar esa sensación del sueño cumplido, eso que cuando te lo estás imaginando te saca una sonrisa de solo pensarlo, eso es querer alcanzar ese sueño.
Pero antes de llegar ahí, hay que saber el camino que quieres recorrer. ¿En qué eres bueno?, ¿qué te hace feliz?, ¿qué te mueve desde el corazón?, ¿cuál es tu propósito? Si tienes claridad en estas cosas, si conectas con esas sensaciones, puedes empezar a soñar, a vibrar con lo que te hace feliz y a echar a volar tu imaginación. Esa energía que te da esa claridad de saber qué quieres hace que empieces a tomar las decisiones que apunten al cumplimiento de tu sueño según el vaivén de tu vida, donde a veces vas más rápido, a veces vas más lento, a veces con miedo, a veces con toda confianza, pero siempre con esa alegría que te impulsa a dar pasos para llegar a tu meta, a dar los pasos para que tu ser florezca en quien quiere ser, para cumplir tu propósito.
Yo no sabía qué quería, estaba inmersa en competir, esto de conocerse así mismo me parecía que no tenía ningún sentido, pero la vida se encargó de demostrarme todo lo contrario. Que el pilar fundamental de tu vida eres tú, pero tienes que sacarte todos los roles, todos los disfraces, para mirar dentro, sin juzgarte, ni maltratarte, con amor propio y con la certeza que todo lo que encuentres será un tesoro que hará que tu vida brille aún más.
Si no sabes cómo iniciar este camino, si no entiendes por donde empezar, yo te puedo ayudar.
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